A propósito de Guattari creía que el hecho de encontrar potencial tecnológico y científico en el mundo para lograr así superar las diferencias ecológicas y sociales de diversas escalas era una paradoja, pero al mismo tiempo, suponía que era imposible de lograr lo que se traduce en una complejidad creciente, es decir, aumentar la estandarización de comportamiento permitiendo o más precisamente expandiendo la ruptura entre los 3 registros ecológicos y ambientales, de las relaciones sociales y de subjetividad humana.
Así pues, el texto plantea una pregunta al lector, si seguimos avanzando a la velocidad del impulso que somos responsables de crear a dónde iremos o mejor aún qué le espera a nuestro planeta, qué forma tomará la vida humana a medida que la población crece exponencialmente y nos enfrentamos a tantas mutaciones y fenómenos tecnológicos; cabe destacar que aunque este libro sea publicado durante 25 años el problema aún no ha terminado más precisamente Félix Guattari cita y analiza casos europeos en el enfrentamiento de la unidad territorial y fenómenos sociales que señalan tendencias cartográficas y dan paso a nuevos problemas aunque un problema no elimina otro problema.
Por lo anteriormente planteado, concuerdo con el autor que la interacción de las tres ecologías, como las expuestas en el artículo, puede generar nuevas ideas y reposicionar el futuro perdido, el aporte de Guattari es aplicable a cualquier campo de investigación porque la adopción de la ecología y la ética consciente aplica el equilibrio entre el sujeto y su cuerpo, entorno social y su comportamiento en los entornos naturales y urbanos.
Como conclusión se puede decir que resulta interesante explorar cómo la integración de las ideas y prácticas de la comunidad en su espacio desde la arquitectura afecta el surgimiento de nuevas áreas que valoran la habitabilidad, el bienestar y la calidad de vida.